La enfermera que cometió el "error" que terminó con la muerte de Rayán, el hijo de la primera víctima mortal por Gripe A en España, desarrollaba ayer su primer día de trabajo en el departamento de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón, según explicó el secretario general del sindicato de Enfermería SATSE en Madrid, José María Porras.
"No se pueden tener enfermeras generalistas que un día están con un neonato y otro con un enfermo cardiaco", concluyó Porras, que añadió que "no se puede tener personal sanitario de un lado a otro sin formación previa, porque no son como funcionarios".En este sentido, el sindicato confió en que la muerte sirva para "evidenciar la necesidad de desarrollar las especialidades" de esta profesión ya que, como explicó, "las enfermeras no son chicas para todo ni especialistas en todo"."Debe haber una reflexión a todos los niveles", advirtió Porras en declaraciones a Europa Press, lamentando que sea en estas situaciones cuando se debe reivindicar una especialización para la Enfermería.Asimismo, pidió a los gestores del centro hospitalario que revisen los protocolos de esta unidad para evitar situaciones similares. A su juicio, "no se puede contar con plantillas chicle" dado que todo profesional sanitario requiere su periodo de adaptación, más aun cuando cambia de una unidad a otra.Después de comunicar su muerte, el Gregorio Marañón ha admitido que el bebé ha muerto por un "error profesional" al serle administrada la alimentación por vena en vez de por la sonda nasogástrica. El hospital, que ha calificado de "terrorífico error" lo sucedido, asume todo tipo de responsabilidades y dice que "no hay excusas".
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